EUROPA
PRESS
24 enero
2019
Hallan
un patógeno bacteriano que puede ser clave en el desarrollo del Alzheimer
Cortexyme, la compañía
farmacéutica privada en etapa clínica que desarrolla terapias para alterar el
curso de la enfermedad de Alzheimer (EA) y otros trastornos degenerativos, ha
anunciado la publicación de un artículo fundamental que respalda su enfoque en
'Science Advances', una
revista multidisciplinar de primer nivel publicada por la Asociación Americana
para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).
En el documento, un equipo internacional de investigadores
liderado por los cofundadores de Cortexyme Stephen Dominy y Casey Lynch detallan el papel de una bacteria
común, 'Porphyromonas gingivalis'
(Pg), en la conducción de la patología de la
enfermedad de Alzheimer y demuestran el potencial de los inhibidores de
moléculas pequeñas para bloquear el patógeno.
"Los agentes infecciosos han estado implicados en el
desarrollo y la progresión de la enfermedad de Alzheimer anteriormente, pero la
evidencia de causalidad no ha sido convincente", dice el autor principal
del artículo, Stephen Dominy, cofundador y director
científico de Cortexyme. "Ahora, por primera
vez, tenemos evidencia sólida que conecta la patogénesis intracelular, Gram-negativa, Pg y Alzheimer, al
mismo tiempo que demuestra el potencial de una clase de terapias de moléculas
pequeñas para cambiar la trayectoria de la enfermedad", agrega.
La publicación en 'Science Advances' detalla cómo los investigadores identificaron Pg, el patógeno clave en la enfermedad periodontal
crónica, en el cerebro de pacientes con Enfermedad de Alzheimer. En los modelos
de ratón, la infección oral por Pg condujo a la
colonización del cerebro y al incremento de la producción de beta amiloide, un componente de las placas amiloides
comúnmente asociadas con el Alzheimer.
Identifican
también las proteasas tóxicas del organismo
Además de la propia Pg, el equipo
del estudio también detectó las proteasas tóxicas del organismo, o gingipains, en las neuronas de los pacientes con EA. El
equipo correlacionó los niveles de gingipain con la
patología relacionada con dos marcadores: tau, una proteína necesaria para la
función neuronal normal, y la ubiquitina, una pequeña
etiqueta de proteína que marca las proteínas dañadas por degradación y se
encuentra en las marañas de tau y las placas de beta amiloides.
Se descubrió que las gingipainas eran neurotóxicas in
vivo e in vitro, ejerciendo efectos perjudiciales
sobre la tau.
Tratando de bloquear la neurotoxicidad impulsada por Pg, Cortexyme se propuso diseñar
una serie de terapias de moléculas pequeñas dirigidas a las gingipainas
de Pg. En los experimentos preclínicos detallados en
el artículo, los científicos demostraron que la inhibición por COR388, el
compuesto más prometedor de la serie y el tema del programa de desarrollo
clínico en curso de Cortexyme, redujo la carga
bacteriana de una infección cerebral Pg establecida,
bloqueó la producción de Abeta42, redujo la neuroinflamación
y protegió a las neuronas en el hipocampo, una parte del cerebro que media en
la memoria y con frecuencia se atrofia en las primeras etapas del desarrollo de
la enfermedad de Alzheimer.
"A pesar de la importante financiación y los mejores
esfuerzos de las comunidades académicas, de la industria y de defensa, el
progreso clínico contra el Alzheimer ha sido frustrantemente lento",
apunta la autora del artículo Casey Lynch, cofundadora y directora ejecutiva de
Cortexyme. "La publicación 'Science
Advances' arroja luz sobre un impulsor inesperado de
la patología de la enfermedad de Alzheimer, la bacteria comúnmente asociada con
la enfermedad periodontal crónica, y detalla el
prometedor enfoque terapéutico que está tomando Cortexyme
para tratar el problema con COR388", añade.
En octubre de 2018, Cortexyme
anunció resultados alentadores de su ensayo clínico de Fase 1b de COR388 en la
11ª Conferencia de Ensayos Clínicos en la Enfermedad de Alzheimer. Los
científicos informaron que el compuesto era seguro y bien tolerado en
voluntarios mayores sanos y pacientes de Alzheimer cuando se administraba en un
rango de dosis de hasta 28 días.
COR388 fue detectable en el líquido cefalorraquídeo (LCR)
junto con el AND fragmentado de la bacteria a la que se dirige COR388. Además,
aunque el estudio no tuvo una importancia significativa, COR388 mostró
tendencias positivas en varias pruebas cognitivas en pacientes que padecían la
enfermedad de Alzheimer. Cortexyme planea iniciar un
gran ensayo clínico de Fase 2/3 de COR388 en EA leve a moderada en 2019.